12 febrero 2015

AL RESCATE DE LA "HISTORIA DE CHILOÉ" de PEDRO J. BARRIENTOS

Portada de la nueva edición del 2013, realizada
por el Museo regional de Ancud

Una importante labor de rescate patrimonial ha desarrollado el Museo Regional de Ancud a la fecha.  Una obra emblemática es la Historia de Chiloé, publicada por primera vez el año 1932.  El propio autor elaboró una segunda edición el año 1949, mucho más acabada, que decide reeditar la Agrupación de Rescate del Patrimonio Histórico, Cultural y Natural de Ancud-Chiloé.  El valor cultural de esta obra es incalculable, pues representa a la fecha la única historia de Chiloé más completa acerca del periodo comprendido en ella; desde los primeros navegantes que recorrieron el archipiélago hasta el Combate Naval de Abtao aproximadamente.  También describe otros aspectos como las costumbres de la vida rural y urbana, el comercio de fines del siglo diecinueve y comienzos del veinte, los signos de progreso económico y cultural y los problemas generados por la insularidad a los chilotes de aquellos tiempos.  Por ejemplo, el consabido abandono y despreocupación del gobierno central por el devenir de Chiloé.

"Desde larga data, la provincia de Chiloé ha 
vivido soportando postergaciones y olvidos de todo género.  En poder del Perú, los virreyes la ambicionaron por sus condiciones estratégicas; pero la explotaron comercialmente desatendiendo los servicios públicos.  Incorporada a la república, no fue menos irritante el abandono.

             La guerra de la independencia, dejó a Chiloé esquilmado.  Los gobernantes que vinieron a regir sus destinos, con raras excepciones, traían ideas peregrinas sobre el archipiélago, convencidos de que la región era de un clima insoportable y los suelos improductivos.  Por eso ni el gobierno de la Moneda, ni el congreso, ni los intendentes mismos quisieron interesarse poco ni mucho en favor de estas islas..."

Nacido en Dalcahue, Pedro Barrientos fue un hombre múltiple: profesor de Castellano, visitador de Escuelas, intendente, regidor, acucioso investigador  sobre la historia de Chiloé;  por sus méritos fue elegido miembro de la Academia Chilena de la Lengua y recibió múltiples distinciones por su labor desarrollada en el mundo de las letras y el periodismo, en el que destacó largamente.

Al leer el texto citado más arriba, parece increíble ver que aquella realidad de un Chiloé prácticamente abandonado durara hasta bastante entrado el siglo XX.  ¿Será tal vez en la década de los ochenta, cuando irrumpieron las salmoneras, que Chiloé apareció nuevamente en el mapa del centralismo económico y político?  Serán los historiadores profesionales los que tendrán, tal vez, que poner en su justo lugar lo que ha acontecido con el archipiélago durante el todavía resonante siglo pasado.   Nosotros, por mientras, cumplimos con recordar aquellas buenas iniciativas de rescate de nuestro patrimonio.  ¿Leerán algún día en las escuelas y colegios de Chiloé la Historia escrita por don Pedro Barrientos?  Ojalá.