22 noviembre 2005

MIENTRAS NO NOS ROBEN LOS SUEÑOS

Acaba de llegar mi señora a casa y con pena la he visto derrumbarse entre lágrimas y desilusión, porque ayer en la tarde un grupo de tres personas simulando ser un matrimonio respetable y elegante acompañándose de una amiga dejaron robado una enciclopedia de seis tomos, aprovechándose de que estaba sola. Qué hacer, qué decir...la impotencia, la desazón, la pena pegadas al cuerpo, y la sensación de que aparte de vivir en un país donde leer es cosa de unos pocos, sobrevivir en él parece que nos cuesta cada día más. Es casi como para pensar y decirse para callado que vivimos en un país de mierda, porque si lo decimos fuerte nos tildan enseguida de amargados. Pero como ésta no es la idea, prefiero fundamentar con hechos:
Feria del Libro de Puerto Montt, año 2003. Dos niños pequeñitos, no más de siete años, se llevan unos libros de nuestro stand. Los alcanzo, les pido los libros y el padre que anda con ellos, se hace el loco y se enoja todavía. Trabajan juntos, qué falta de respeto.
Feria del Libro de Puerto Montt, año 2005. Sorprendemos in fraganti a un ladrón que quiere robarnos un libro, alertados por un guardia de la organización; el tipo se da cuenta que lo observamos y se queda parado mirándonos con una sonrisa desafiante; lanza una amenaza entre dientes y se marcha riéndose.
Feria del Libro de Puerto Varas, año 2004, público infantil. Segundo día: una profesora con delantal se me acerca y me dice: “Señor, hay alguien que quiere decirle algo”. Una pequeñita se acerca y me pasa un libro diciéndome: “Disculpe, señor, yo se lo tomé”.
La misma feria, año 2005. Primer día, llegan los escolares de visita y se produce la primera baja. Esperada, por cierto, pero no deseada.
Hace una semana, en el nuevo local, tres de la tarde. Rompen un vidrio de la puerta y tratan de forzar la cerradura, pero ésta ofrece resistencia y la alarma los ahuyenta. Los dos tipos salen caminando como si nada hubiera pasado.
Como no quiero aburrirlos, resumiré un poco. Son decenas de libros robados en un año. Las pérdidas económicas no me atrevo a calcularlas, pero podríamos hacer muchas equivalencias.  

    En fin, a pesar de todo esto, nuestro deber es sonreír, atender lo mejor posible y seguir soñando con una sociedad mejor, aunque no esté muy de moda la utopía (tener librería y vivir de esto es lo que llamamos una verdadera “utopía”), porque en Chile cada vez se lee menos, y de lo que se lee no es mucho lo que se aprovecha, porque el nivel de comprensión lectora de nuestros jóvenes es pobre y un 67 % de los niños llegan del colegio a sus casa a ver televisión y a jugar en el computador (los que llegan), o porque los adultos terminan extenuados al final de dilatadas jornadas laborales para poder cumplir con los niveles de consumo y se entregan al poder de la televisión, y los medios de prensa escrita masivos rinden culto a la cultura desechable y así la palabra “farándula” nos suena a todos más que la poesía de Gelman o la prosa endiablada de Cortázar, o porque el Gobierno ha gastado millones en informatizar a la sociedad, en convertir a los jóvenes de todo el país en “seres conectados”, pero jamás hemos visto ninguna campaña pública sostenida en el tiempo para promover la lectura.    Así es que  vemos desfilar a jóvenes por la librería pidiéndonos ojalá un resumen del libro que dieron a leer en la escuela, o escuchar la queja “tanto que dan a leer hoy día”. Sin embargo -hay que reconocerlo-, en el colegio se está tratando de  cambiar los hábitos de lectura, pero  mientras haya una página en la web con resúmenes de los libros e, incluso, hay páginas que traen hasta los cuestionarios posibles que puede hacer el profesor con sus respectivas respuestas; entonces, “¡Más valdría, en verdad, que se lo coman todo y acabemos!”, como dice Vallejo.
 

   Por eso cuando la gente se queja de que los libros están tan caros y que en Chile nadie lee por tal motivo, o que el IVA nos aleja de la lectura, a nadie se le ocurre alegar que vestirse cueste tan caro, o que tanto trasto inútil para mantenernos dentro de la modernidad nos cueste tanto, o que sostener el nuevo mundo de las apariencias no nos deje plata para leer.   No nos engañemos más, que ya nuestra historia está plagada de farsas: si no leemos es porque no nos gusta y, lo peor, quizás es porque no entendamos o porque nos dé sueño  y sea más entretenida la televisión o navegar por la web. Así que, mi querido lector, tenga cuidado, porque si no le roban los ladrones de siempre, hay otros más poderosos que acechan en descampado para robarle algo más que sus sueños, porque siempre hay alguien a quien le conviene que nos falte algo para que a él le sobre.
 

    ¿A quién le conviene que leamos tan poco o que seamos tan ignorantes?

NOVEDADES EDITORIALES DESDE CHILOÉ

VARIOS LIBROS NUEVOS NOS HAN LLEGADO durante estas últimas semanas. He aquí los libros más recientes y una primicia que tal vez estaremos presentando muy próximamente.



“CHILOÉ: RELATOS DE UN MIRADOR”, RODRIGO ‘GENO’ MUÑOZ C., 101 páginas, Ed. Tácitas Ltda., 2005. Libro de fotografía. La foto en blanco y negro cobra mayor valor cuando nos trae a la memoria a aquellos que nos regalaron un instante de sus vidas. Aquí se inmortalizan, entre otros, a varios de nuestros cultores musicales y compositores: José Concepción Bahamonde “Canahue”, Abel Bahamonde, Oliverio Ruiz, José Arcadio Bahamonde “Cayo”, Amador Cárdenas, etc. ; a la vida de las comunidades huilliches y su gente (fotos tomadas entre 1980 y 2001), así como los oficios del bordemar y los artilugios para morir en Chiloé, capítulo que incluye un texto escrito especialmente para este libro por el poeta Armando Uribe. RECOMENDADO
“NOSOTRAS, LAS MUJERES WILLICHE DE CHILOÉ”, 52 páginas, obra escrita por la Asociación Indígena de Mujeres Williche de Chiloé Rayen Küyen. Esta valiosa obra intenta recuperar la medicina, , el trabajo artesanal y la alimentación tradicional de las comunidades williches, amenazadas por el paso modernizador del tiempo. Si algo hay en Chile que podamos señalar como propio de nuestra identidad, lo constituye el testimonio de nuestros pueblos originarios. Si no sabe o no se acuerda para qué sirve o qué es el boqui, una mella, el ñapo, la naya, cómo se cura el empacho o la enfermedad del duende, léa el libro y lo sabrá.


“CHILOÉ. EL LIBRO DE LOS OFICIOS”, Rodrigo Muñoz Carreño “Geno”, 131 páginas, premio FONDART 2004, Ed. 2005. Con prólogo de Clemente Riedemann, Geno Muñoz nos entrega un nuevo libro sorprendente. Dejemos que las imágenes nos hablen...





Lazo fabricado por Miguel
Vidal en Aldachildo, Isla
de Lemuy




Prensado de lloles con manzana

Vendedor de cochayuyo

Lavaderos de oro en Cucao Candado de madera

“LA LEYENDA DEL CAPITÁN”, Pedro Rubén Azócar, 161 páginas, octubre 2005.
Es lejos el libro MÁS INTERESANTE Y ENTRETENIDO QUE NOS HA LLEGADO EL ÚLTIMO TIEMPO.

Su autor –hijo del escritor Rubén Azócar (Gente en la isla), ¿se acuerda?- vive actualmente en Quellón aguardando el destino como él mismo dice. Nació en Ancud por allá en el 1928, el mayor de cinco hermanos y el único que se quedó en Chiloé, en Chonchi, en casa de su abuela, donde pasó su infancia. Las humanidades las hizo en Santiago, pero su espíritu rebelde lo trajo de vuelta a Chonchi donde vio morir a su abuela. Los estudios en santiago lo convirtieron en maestro rural de una escuela que él mismo tuvo que construir pues no existía, en un rincón del estero de Paildad, cerca de Queilen. Vivió cada instante y apasionadamente la cultura isleña, quedando grabadas en su espíritu las leyendas e historias que se contaban en aquellos años. Trabajó como antropólogo. Fue perseguido después del golpe militar. Vivió en Francia, en Suecia hasta que regresó a Chiloé.
LA LEYENDA DEL CAPITÁN es una historia que le contaron una noche de luna y tormenta, en Quinched...
RECOMENDADO

Algunas ilustraciones de la leyenda...

01 noviembre 2005

BIENVENIDOS A LA CASA NUEVA


¡BIENVENIDO TODO EL MUNDO!
Al fin podemos decir que les damos la más cálida de las bienvenidas y nuestro sincero agradecimiento por vuestra paciencia. El nuevo local ya está funcionando, con algunos detalles que se irán solucionando paso a paso...
No habíamos publicado debido principalmente a que la mudanza nos tuvo muy ocupados, así como el reciente viaje a Santiago, a la Feria del Libro de Estación Mapocho que, dicho sea de paso, les traerá muchísimas novedades y ofertas a partir de los próximos días. En otras palabras, ANAY LIBROS dará que hablar durante el mes de noviembre. Les dejamos algunas fotografías del nuevo local mientras tanto.
Saludos!